El manejo de recursos naturales y los servicios ecosistémicos frecuentemente involucran agentes que son afectados asimétricamente por las decisiones que se toman. Por ejemplo, los usuarios de un sistema de riego que están en la parte alta pueden tener acceso a más agua que los usuarios que están en la parte baja, porque la ubicación les da una ventaja. Lo mismo puede pasar con recursos pesqueros que cruzan fronteras entre países, de manera que un país puede tener una ventaja en la pesca. Finalmente, un fenómeno global en su origen, como el cambio climático, tiene costos que están distribuidos desigualmente entre los países; o sea, los afecta asimétricamente.
Los acuerdos ambientales pueden ser un instrumento para implementar el manejo de recursos naturales, así como para manejar la provisión y el uso de servicios ecosistémicos, con la ventaja de que los acuerdos pueden ser elaborados por los usuarios. Sin embargo, formar acuerdos puede ser difícil. Durante el 2015 y 2016, se realizó un experimento de laboratorio para obtener evidencia sobre la formación de acuerdos en un contexto de asimetría. Este folleto presenta un resumen de esa investigación (para más detalle ver Saborío-Rodríguez, 2016). Al final de esta sint, se describen algunos aspectos de interés para futuras investigaciones.