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La educación en Colombia reproduce las clases sociales y la desconfianza entre ellas. Esto se debe a que los hijos de los ricos estudian en colegios privados de buena calidad y los hijos de los pobres en colegios públicos o privados de regular a mala calidad. Hay excepciones, pero en términos generales esta situación de apartheid educativo persiste e incluso se ha acentuado en las últimas décadas. Este libro estudia las raíces políticas y sociales que nos han conducido a esta lamentable situación y muestra que esta segregación surge no solo de la diferencia económica de los padres, sino de sus diferencias de capital cultural, representados en estatus, honores, maneras de hablar, tipos de consumo y acceso a redes sociales. Para superar esta situación, aquí se propone un gran pacto social que deberá no solo mejorar la calidad de la educación pública, sino fomentar la confluencia de todas las clases sociales en los colegios y universidades, tanto públicos como privados, y hacer de la educación un crisol de formación ciudadana y de construcción de confianza.